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Cambiar California

California siempre ha estado asociada a la transformación radical. Considere la fábrica de sueños de Hollywood. Los movimientos sociales que cambian el juego en Oakland, como el Partido de las Panteras Negras. La revolución digital iniciada en Silicon Valley. El movimiento alimentario locavore en Berkeley defendido por Alice Waters. El visionario ecologismo de John Muir y sus sucesores.

La California actual no es diferente. El estado está experimentando cambios -ambientales, tecnológicos, demográficos y culturales- a una velocidad vertiginosa. Y para ser realmente el Museo de California, el OMCA está buscando nuevas formas de ser relevante, inspirador, inclusivo y pionero en medio de toda esta dinámica cambiante.

Lori Fogarty, directora y consejera delegada del OMCA, afirma que el Museo no es sólo un lugar que la gente visita y recibe información de forma pasiva. Se ha convertido cada vez más en un recurso comunitario, un lugar interactivo para el discurso público y una organización activista dedicada a la justicia social.

"A menudo me preguntan: "¿Sois un museo o un centro cultural?". dice Fogarty. "Y yo digo que sí. Porque somos las dos cosas, y no creo que haya un conflicto en ser ambas".

Cambios demográficos

Una de las formas en que la OMCA ha logrado esto es acogiendo a personas que no se consideran asistentes "tradicionales" a los museos. La demografía de California es muy diferente a la de hace unos años, con el aumento de la población latina, el envejecimiento de los baby boomers, el gran número de millennials y la nueva definición de lo que constituye una familia. El OMCA ha hecho de la conexión con estas poblaciones cambiantes una prioridad, a menudo llegando a ellas en sus propias comunidades, más allá de las paredes del Museo.

"Estamos abordando estos cambios demográficos de muchas maneras", dice Fogarty. "Creamos experiencias sociales inclusivas, como Viernes Nights @ OMCA; ofrecemos materiales multilingües en nuestras galerías; y hemos aumentado la accesibilidad para todos reduciendo la barrera del coste mediante nuestro programa mensual First Sundays @ OMCA y el programa Museums for All." Además, el OMCA se asocia con organizaciones comunitarias como el Centro Cultural Asiático de Oakland y la YMCA del Este de la Bahía para llevar experiencias culturales a diferentes barrios y aumentar el compromiso cívico.

Nuevas direcciones en educación y tecnología

La educación en California también está evolucionando. Con la implementación de los Estándares Básicos Comunes, los conocimientos, conceptos y habilidades que requieren los estudiantes de K-12 han sufrido una gran transformación. Al alejarse de las pruebas estandarizadas y acercarse a las evaluaciones basadas en el rendimiento, los Estándares Básicos Comunes están fomentando cursos de estudio más interdisciplinarios y basados en proyectos.

El OMCA, que ha sido un recurso líder para las escuelas durante décadas, está bien posicionado para satisfacer las necesidades cambiantes de los educadores y los estudiantes. El Museo anima a los visitantes a experimentar sus ofertas como un todo integrado, no como silos separados de arte, historia y ciencias naturales. Para garantizar que sigue sirviendo a la comunidad educativa, el OMCA está trabajando estrechamente con la Oficina de Educación del Condado de Alameda (ACOE) para encontrar nuevas formas de fomentar las experiencias participativas de estudiantes y profesores. Estas iniciativas incluyen una nueva programación escolar, una mayor atención a la divulgación digital y la incorporación de tecnología atractiva e interactiva en las galerías.

Estos esfuerzos han tenido un enorme éxito. Louise Music, directora ejecutiva de aprendizaje integrado del ACOE, afirma que los alumnos sienten cada vez más que el OMCA es su museo. "El museo invita a los niños a tocar y hacer cosas", dice. "El hecho de que el OMCA acoja las reflexiones y perspectivas de los niños junto a las de artistas, académicos, científicos e historiadores envía un enorme mensaje de que los artistas están en todas partes, incluso entre los niños. La OMCA está diciendo: 'Podemos ser un lugar de búsqueda de soluciones y conexiones'. Está abriendo sus puertas y sus brazos. Podemos sobrevivir y conseguir cualquier cosa siempre que estemos conectados, y la OMCA nos está ayudando a verlo".

Una llamada a la acción

La OMCA utiliza sus conocimientos y recursos para ser una fuerza de cambio. Una forma de hacerlo es inspirar a otros para que también sean fuerzas de cambio. La Galería de Ciencias Naturales de California educa a los visitantes sobre el cambio climático, la épica sequía del estado y la disminución de los hábitats de la fauna. Al animar a los visitantes a participar en proyectos de ciencia ciudadana como ZomBee Watch o el Gran Proyecto Girasol, la OMCA ayuda a comunicar la urgencia de la protección del medio ambiente entre los miembros de la comunidad.

Pero para ser una fuerza verdaderamente catalizadora del cambio, la OMCA se está replanteando su papel como institución local. Ha empezado a trabajar con LeaderSpring, una organización con sede en Oakland dedicada al desarrollo del liderazgo para entidades sin ánimo de lucro comprometidas principalmente con causas de justicia social. "En la OMCA, pensamos en cuestiones de poder, privilegio y equidad", dice Fogarty. "Nos consideramos una organización de justicia social, además de un museo. Así que estamos aprendiendo nuevas formas de realizar nuestros objetivos de movilizar el cambio social. Y esto se hace siempre en colaboración con la comunidad, nunca imponiéndola. La intención es crear experiencias inolvidables, invitar a las diferencias de opinión y fomentar el orgullo cívico".

Renato Almanzor, director senior de programas de LeaderSpring, se hace eco de este sentimiento. "La OMCA entiende que no basta con albergar artefactos", dice. "Quieren ser copartícipes en la narración de historias. Quieren crear oportunidades para que florezca la experiencia de la comunidad. Y lo hacen de forma consciente y compasiva".


Una versión de este artículo apareció originalmente en el número de invierno de 2016 de Inside Out, la revista para miembros del Museo de Oakland de California.